Verano 2022: Día 1. Basilea

Adicional al calor de la noche, el tranvía y los que regresaban de fiesta, añadimos al padre que deja as u hijo pequeño corriendo y gritando por el pasillo a las 7.00... en fin, nos despertamos con mas o menos calma y nos pusimos a investigar como ir al zoo, teóricamente cerca y en bus, a un par de paradas del hostal. Un ventaja de este país, el autobús es gratis si tienes una reserva de hotel. algo es algo.

Para conocer un poco el barrio, fuimos al super a comprar el desayuno y llego el sablazo número dos: "Remeber, you are in Switzerland". un poco de fruta, unos yogures, unos huevos cocidos, un par de croissants y algo mas, por la cariñosa cantidad de 65€. Bueno, algo hay que comer así que le añadimos un par de bocatas y alguna cosilla mas, y subimos a los 90€ pues venga.

Nos vamos al zoo, ese si, barato, con mucha sombra y animales interesantes: rinos, hipos, jirafas, leones marinos, pingüinos, leones, cocodrilos, chimpancés, gorilas, y los monitos hermanos... que bonito abrazo se dieron. Después vimos al elegante burro que perseguía a la garza, ese momento nos llamo la atención. Nos asomamos a la charca para ver que había, no  veíamos nada y de repente sale el hipo pequeño a respirar, ¡vaya susto que se dio Laia!.

Regresando del zoo pasamos por la tienda bicis para verificar que todo estaba bien, y sobre todo que contamos con la mediad adecuada para enganchar el Wehoo. La tienda esta en la estación central de trenes, en el subsuelo, donde hay un pedazo de parking para bicicletas con varias conexiones de salida, hay muuuuchas bicicletas, todas aparcadas en su plaza y con candado, además de tornos para entrar y salir, todo moderno y limpio, es otra liga.

Después nos fuimos a dar un paseo por la ciudad e ir al rio, el Rin, que recordábamos que tenia uan zona con escaleras donde te podías bañar y llegaba la gente que se tiraba con una bolla rio arriba para dejarse llevar por la corriente y refrescares. Allí seguían, y nosotros con el calor que hacia nos dimos un baño, con la ropa que llevábamos, porque no llevábamos bañador, nos tiramos al agua así tal cual, que pena que no hicimos foto del momento aunque recuerdo que si... habrá que pedírselas a Ana...

Pasamos al súper para comprar cena y desayuno, sablazo número tres, "You still are in Switzerland"... que bárbaro, que caro está este país. 

Llegamos al hostal, cenamos en las mesitas del patio, una cervezas, ducha y a dormir, mañana empezamos la aventura!.

Besos y abrazos, Laia, Mei, Tami & Dani