martes, 31 de diciembre de 2019

Adios 2019!

Pues nuevamente después de un verano intenso que nos dejo agotados nos olvidamos un poco de contar nuestras aventurillas, peeero eso no significa que no hiciéramos cosas, no, mirando hacia atrás, salen unas cuantas cosillas que contar, así que retomemos donde nos quedamos…

Después de las super vacaciones por el norte de Italia, descansamos unos días en Madrid, lavamos ropa, recuperamos la dieta con comida casera y de nuevo hicimos maletas para irnos unos días a casa de los abuelos en Ribadeo. Mientras las niñas despiertan, Tami y yo aprovechamos las mañanas para darnos una vuelta en bici por los alrededores, descubriendo la zona del Mondigo y la costa.



Después, según como estaba el día, íbamos a la playa o a la ría, donde nos juntábamos con los Cuchis o directamente dábamos un paseo con los abuelos en el “Sagi”. Foto de final de verano todos juntos para el recuerdo.


El verano llegó a su fin y con ello el regreso a las clases y a la normalidad, un año mas seguimos llevando a las niñas a l cole en el Bullit, turnándonos los días Tami y yo. Y para que no se les olvide montar en bici, hacemos una excursioncilla saliendo de casa hasta el parque de valdelatas. Mei hace el tramo completo ida y vuelta en bici, super Mei! y mientras Laia va en el chariot hasta valdelatas y una vez allí, monta en su bici por dentro del parque, ¡muy bien Layinguilis!





Sigue el buen tiempo y aprovechamos para vernos con nuestros amigos tableros en la Boca del Asno, un pequeño picnic al borde del rio para que los peques corran y jueguen por allí fresquitos.



En octubre nos juntamos con el grupo del cole y nos fuimos a una casa rural cerca de El Tiemblo, unas 10 familias y casi 30 en total, fenomenal, paseíto, barbacoa, paella, musiquita y Lanza patatas!!!!

Se acercan las navidades y este año volvemos a participar en la “carrear de los papa noeles”, Mei y Laia en sus bicis y nosotros corriendo, vamos, vamos que ya no necesitamos el carro!!!



Recuerdo que cuando que cuando llegamos a España, mi padre me levo a ver cortylandia en el Corte Ingles de preciados, la verdad es que lo recordaba como algo especial, así que me fui con las chicas a recordar como era aquello y Tami nos alcanzó después.


Y sin darnos cuenta, estamos en Navidad, nos juntamos con la familia y disfrutamos todos de unos días juntos con los abuelos, los primos y los cuchis. Nos preparamos para dar la bienvenida al 2020.




martes, 23 de julio de 2019

Día 11 - Bérgamo y a Madrid


Aprovechando que el check out era a las 11:00, estiramos el momento “dormir” lo más que pudimos, sabíamos que sería un día largo… muy laaaaargo, ya que nuestro avión saldría a las 21:20 para llegar a Madrid a las 23:45.

Después de vestirnos, desayunar y reempacar todo ¡salimos a explorar Bérgamo!
Primero estuvimos por la parte baja, cerca de nuestro B&B, la zona peatonal con algunos coches autorizados a pasar muy bonita, llena de comercio. Varios de sus edificios tienen estas entradas pasillo que crean pasajes comerciales, y otras simplemente que hacen como una especie de marco interesante para una foto de patio.

Nos topamos con un lugar donde vendían Bubble Tea, ¡esta oportunidad no hay que desaprovecharla dijimos! Así que los 4 salimos con nuestra bebida llena de bolitas que explotan en tu boca, ¡yum!... Recuerdo la primera vez que los tomamos, fue en el viaje que hicimos por Francia la primera vez que Laia era muy bebé (5 meses) y que al terminar la parte de bici nos quedamos unos últimos días por ahí, nos encontramos unos de esos en San Juan de Luz.



Ahora sí, con pancita algo más llena, fuimos a buscar la parada del autobús que nos llevaría a la parte alta de Bérgamo. Por cierto, siguiendo las recomendaciones de la señora que nos alquiló el “B”, compramos en la tabaquería (Tabachi) los billetes por 24hrs que costaron 5€ cada uno, ya que con esos mismos podríamos llegar al aeropuerto más tarde y además valían para subir al funicular de la parte alta.


En la parada final del autobús había un parquecito ¡con una fuente! Para beber agua y ¡¡mojarte el coco!! ¡Puf! Con este calorcito se necesita… parada en el baño y a callejear por ahí. También, mucho comercio de ese que se te antoja ver cada uno de los aparadores… pero pues que unas chamacs te inhiben con sus constantes “quiero quiero quiero”…

Llegamos a la Piazza Vecchia, donde hay varios edificios dignos de ver y fotografiar:






Caminamos un poquito más y después regresamos para buscar el restaurante que nos había recomendando la seño del “B”… Y aunque las chamacs pidieron su tradicional pizza, Dani y yo probamos diferentes cosillas de los platos que había del menú del día: Gnocchi con calabacín, una pasta corta algo picante, un plato vegetariano con arroz, humus, “croquetas de verduras” y Roast Beef…
Estuvo muy bien, ya estábamos un poco hartos de la pizza pizza pizza… eso sí, ¡¡hacía un caloooor!!






Otro poco más de turisteo con un mini de shopping y a buscar el autobús para bajar, recoger nuestras maletas e irnos al aeropuerto… Mhhhh… el autobús no pasaba donde parecía que lo haría, pero a cambio podíamos tomar el funicular que nos llevaría a una parada en la que seguro seguro seguro que sí pasaba el bus.

Llegamos a la parada cerca de nuestro “B&B”, teníamos 30 minutos para regresar a esa misma y tomar el autobús que nos llevaría al aeropuerto…. A paso veloz llegamos en 10 minutos por nuestras maletas…. Otros 5/10 minutos de reacomodar algunas cosillas y… ¡¡paso veloz de vuelta con unos kilitos extra hacia la parada!

¡Conseguido! Llegamos unos minutos antes que el autobús, nos subimos y hasta encontramos donde sentarnos, Dani y las chamacs en 2 asientos y las maletas y yo en otros 2… o sea, en total ocupando 4 asientos pero algo apretaditos gracias a nuestro equipaje que aunque este año vamos mucho más ligeros, pues algo sí ocupa…
Al llegar a la siguiente parada que era la estación de tren y mucha gente subió, teníamos a una chica enfrente que no dejaba de bufar quejándose de no tener donde sentarse (ni modos mija, como verás, 2 niñas de pie en un autobús que de repente frena un poco brusco pues como que no, y seguro no querrías compartir asiento con ellas… ni con todas nuestras maletas ¿no?) jejejej.

Fue muy rápido el trámite de ir a dejar nuestras maletas y pasar el control… así que nos tocó otra sección de perfumería y maquillaje más…¡¡zona de juegos para los niños!!! ¡¡¡Gracias aeropuertos por pensar en las familias con niños pequeños!!!!






Al subir al avión nos avisaron que tendríamos que esperar unos 35 minutos por mal tiempo en Madrid… ¡Lo bueno es que en el aire el piloto le pisó el acelerador y llegamos sólo 5 minutos después de lo programado!


Salimos… y ¡fue muy agradable que Sara nos estuviera esperando para recogernos y llevarnos a casita!. Creo que la única vez que recuerdo que alguien fuera por nosotros al aeropuerto de Madrid, es a mis suegros cuando Dani y yo aún no vivíamos aquí y cuando recién llegamos para quedarnos. ¡¡Gracias Sara!!

Llegamos, duchamos chamacs y a dormir… luego nosotros y ¡también!
Ahora… ¡¡a pensar en nuestra siguiente aventura yiha!!!!

Mei, Laia, Dani y Tami

lunes, 22 de julio de 2019

Dia 10 - un poco más de Verona y Bergamo

Porque el check out a las 10.00? Con este ritmo que llevamos necesitamos dormir más... Por esta zona amanece muy temprano y las princesas en cuanto sienten un poco de luz ya se despiertan, así que sobre las 7.30 ya estaban saltando en nuestra cama y... tengo hambre, quiero desayunar...

Bueno pues a las 10.00 salimos de la pensión, dejamos las mochilas y nos fuimos a dar un paseo por Verona para terminar de disfrutarlo.






Subimos a la “Torre de Lamberti”, desde donde puedes ver toda la ciudad y además de replicar las campanas sobre nuestra cabeza, disfrutamos de la ligera brisa a la sombra, de los pocos lugares donde lo puedes hacer, porque el calor que hace aquí, con 34°, 50% de humedad y en una ciudad toda de mármol y piedra, uf es una plancha caliente!!! Lo que estamos sudando estos días...




Después de la torre callejeamos un poco y fuimos al río, para ver sus puentes y de paso encontrar un lugar para comer y despedirnos de Verona.





Después de comer emprendimos rumbo a la pensión para recoger las mochilas y de paso averiguar la forma más pacífica de ir a la estación de tren. Casualmente el bus que te lleva a la estación pasaba a la vuelta de la esquina, uf menos mal, la llegada del domingo con el calor, las mochilas y las niñas fue buena…, no apetecía repetirla...


Llegamos a la estación fuimos a comprar los billetes, con un poco de confusión porque el tren no aparecía en el panel de información y en el billete no ponía el destino final, además de que no sé porque, pero el tema de la información precisa en Italia como que falla bastante... Finalmente, encontramos el tren y nos fuimos al andén con tiempo de sobra, nos subimos 30 minutos antes y se empezó a llenar, ¡¡¡pero el tren salió tarde!!! Siesque Italia is different...

Llegamos a Bergamo, El camino había sido bastante feo, el tren sucio y viejo y los pasajeros no animaba mucho el ambiente... pero salimos de la estación, esta vez en taxi, y a las pocas calles la cosa empezó a cambiar, en lo alto está el casco antiguo que visitaremos mañana, hoy solo llegamos al B&B, descansamos un poco y bajamos a cenar algo rápido y comprar algo para desayunar (porque resultó que el B&B era sin una de las B). Después, rituales y a dormir, mañana ¡último día de estas vacaciones de verano 2019!


Besos y abrazos, Laia, Mei, Tami&Dani

domingo, 21 de julio de 2019

Día 9 - Peschiera - Verona. Bus


Tempranito y de relax nos despertamos. Teníamos que ducharnos, desayunar y dejar nuestra casita vacía con cocina limpia antes de salir a más tardar a las 10:00.

Un poco antes de que llegaran por las bicis (9:30) sesión de fotos, jajaj a ver si ahora si nos actualizamos la camiseta.







Y bueno, pues a la hora de salir, muy a nuestro pesar, con todo el calor y pasando por enfrente de la pisci, nos fuimos del camp  :(.


Caminamos hacia la parada del autobús, en un principio la idea era ir hacia la estación de trenes, pero ya que ese mismo llegaba a Verona pues de una vez nos quedamos... eso si, hubo que esperar un rato y aunque ahora lo veo como nada, en ese momento ¡puf! Entre caminar con el caloron y lo que pesa la mochila del camp a la parada, con Laia malhumorada, que la parada olía a pis y con lo que hubo que esperar de más el autobús... ¡resistencia a tope!

Llegamos a Verona... y de nuevo, la misma historia, caminar con todo lo que ya dije, aunque esta vez la que iba de malitas era Mei, de la parada a nuestro hostal.




Cuando por fin llegamos y vimos nuestra enorme habitación con una cama doble, 2 individuales y un gran ventilador en el techo... ¡Caímos rendidos! Descansamos un poco... y...

¡A comer se ha dicho! Al pasar por la Piazza delle Erbe, alguno de los restaurancitos nos atrajo, sobretodo porque tenía “un jardín interior fresco”... comimos... el patio (más
Que jardín) estaba muy bonito... explorando la ciudad nos dimos cuenta que era nada más y nada menos que el patio del edificio donde está la “Torre de Lamberti”




Salimos de ahí, curoseamos un poco por el mercadito que había en la plaza y ¡a la casa de Julieta!.. aunque para llegar a la entrada hay que pasar por un mar de turistas queriéndose tomar fotos con la estatua de Julieta a quien todos querían tocar la bubby... ¿porque? No lo entendí.






La casa, que por cierto, no tendría por qué ser esa casa... de hecho... la historia de Romeo y Julieta, es eso, una historia... Shakespeare nunca estuvo en Italia y aunque es verdad el conflicto entre las dos familias (Montague y Capulet) la historia de amor entre ellos dos, es sólo una historia, pero ya que estábamos en Verona y que es una de las atracciones, pues había que verla...


Y también... su tumba... de la cual nos desilusionamos un poco, con todo lo que hay que caminar, está un poco desangelada y en ese día de tanto calor el mejor atractivo fue verla porque al estar bajo suelo estaba más fresca.


Luego, más que nada por desquitar la ida hacia allá y lo que habíamos pagado por entrar pues también nos asomamos al museo de frescos… muy interesante… para quien le interese y no vaya con un par de chamcs revoloteadoras que además a una de ellas se le ocurre abrir un sobrecito de miel ahí adentro….hmmm que apropiados dedos pegajosos para un museo que expone piezas super mega antiguas.



Y después… de regreso al centro, con una parada obligada para tomarnos unas fotos frente el Arena de Verona... y después ¡Gelatto!! Yumi, el mio de pistacho y chocolate negro estaba buenísimo… además que por mucho que me gusten los helados, estos días he estado comiendo tanto que ni pal postre me quedaba hueco (algo muy raro en mi).


La heladería estaba muy cerca de la mejor obra de arte que pueden poner en un centro histórico donde puede llegar a hacer mucho calor: ¡¡Una mega fuente!!! Ahí estuvimos un ratote, sentados en uno de los “banquitos” que se hacen con las ventanas de una de las tiendas… Luego de regreso a nuestro hotel…


Dani no quería cenar, las chamacs y yo sí… aunque yo no mucho… así que mientras fui por una pizza por ellas (sí otra), yo me comí mi ensalada.

Cena, baños, dientes… ¡y a dormir con el ventilador a tope!!!!

Hasta mañana,
Mei, Laia, Dani y Tami