domingo, 21 de julio de 2019

Día 9 - Peschiera - Verona. Bus


Tempranito y de relax nos despertamos. Teníamos que ducharnos, desayunar y dejar nuestra casita vacía con cocina limpia antes de salir a más tardar a las 10:00.

Un poco antes de que llegaran por las bicis (9:30) sesión de fotos, jajaj a ver si ahora si nos actualizamos la camiseta.







Y bueno, pues a la hora de salir, muy a nuestro pesar, con todo el calor y pasando por enfrente de la pisci, nos fuimos del camp  :(.


Caminamos hacia la parada del autobús, en un principio la idea era ir hacia la estación de trenes, pero ya que ese mismo llegaba a Verona pues de una vez nos quedamos... eso si, hubo que esperar un rato y aunque ahora lo veo como nada, en ese momento ¡puf! Entre caminar con el caloron y lo que pesa la mochila del camp a la parada, con Laia malhumorada, que la parada olía a pis y con lo que hubo que esperar de más el autobús... ¡resistencia a tope!

Llegamos a Verona... y de nuevo, la misma historia, caminar con todo lo que ya dije, aunque esta vez la que iba de malitas era Mei, de la parada a nuestro hostal.




Cuando por fin llegamos y vimos nuestra enorme habitación con una cama doble, 2 individuales y un gran ventilador en el techo... ¡Caímos rendidos! Descansamos un poco... y...

¡A comer se ha dicho! Al pasar por la Piazza delle Erbe, alguno de los restaurancitos nos atrajo, sobretodo porque tenía “un jardín interior fresco”... comimos... el patio (más
Que jardín) estaba muy bonito... explorando la ciudad nos dimos cuenta que era nada más y nada menos que el patio del edificio donde está la “Torre de Lamberti”




Salimos de ahí, curoseamos un poco por el mercadito que había en la plaza y ¡a la casa de Julieta!.. aunque para llegar a la entrada hay que pasar por un mar de turistas queriéndose tomar fotos con la estatua de Julieta a quien todos querían tocar la bubby... ¿porque? No lo entendí.






La casa, que por cierto, no tendría por qué ser esa casa... de hecho... la historia de Romeo y Julieta, es eso, una historia... Shakespeare nunca estuvo en Italia y aunque es verdad el conflicto entre las dos familias (Montague y Capulet) la historia de amor entre ellos dos, es sólo una historia, pero ya que estábamos en Verona y que es una de las atracciones, pues había que verla...


Y también... su tumba... de la cual nos desilusionamos un poco, con todo lo que hay que caminar, está un poco desangelada y en ese día de tanto calor el mejor atractivo fue verla porque al estar bajo suelo estaba más fresca.


Luego, más que nada por desquitar la ida hacia allá y lo que habíamos pagado por entrar pues también nos asomamos al museo de frescos… muy interesante… para quien le interese y no vaya con un par de chamcs revoloteadoras que además a una de ellas se le ocurre abrir un sobrecito de miel ahí adentro….hmmm que apropiados dedos pegajosos para un museo que expone piezas super mega antiguas.



Y después… de regreso al centro, con una parada obligada para tomarnos unas fotos frente el Arena de Verona... y después ¡Gelatto!! Yumi, el mio de pistacho y chocolate negro estaba buenísimo… además que por mucho que me gusten los helados, estos días he estado comiendo tanto que ni pal postre me quedaba hueco (algo muy raro en mi).


La heladería estaba muy cerca de la mejor obra de arte que pueden poner en un centro histórico donde puede llegar a hacer mucho calor: ¡¡Una mega fuente!!! Ahí estuvimos un ratote, sentados en uno de los “banquitos” que se hacen con las ventanas de una de las tiendas… Luego de regreso a nuestro hotel…


Dani no quería cenar, las chamacs y yo sí… aunque yo no mucho… así que mientras fui por una pizza por ellas (sí otra), yo me comí mi ensalada.

Cena, baños, dientes… ¡y a dormir con el ventilador a tope!!!!

Hasta mañana,
Mei, Laia, Dani y Tami

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.