Bueno pues después de reponer energías y descansar en una
cama de las de toda la vida, ahhh… que bien nos despertamos...desayunamos
nuestros tradicionales croissants con jamón y queso, ¡un yogur y poco más
porque en el súper del camping no había fruta y este año no hemos traído avena!
El siguiente paso fue esperar a que nos trajeran las
bicis que hemos alquilado y de ahí rápido hacer un súper para tener un poco de
todo en casa.... uf aquí la gente madruga... a las 10.30 el súper estaba lleno,
y con tráfico denso... un mix de cosas: extranjeros, carros enormes y
pasillos estrechos, ¡¡la combinación perfecta!!
Total, que después de dejar el súper, me acerqué a la
oficina de turismo para confirmar las rutas que traemos planeadas y echar un
vistazo a como son los carriles.
La primera conclusión: Italia no es Francia, ni Alemania,
ni Suiza, parece obvio, pero aunque por aquí pase la Eurovelo 7, no se le
parece a nada de lo que hemos hecho hasta ahora... el carril esta tímidamente
indicado con unas líneas amarillas por la acera, desaparece continuamente, esta compartido con los
peatones a lo largo de la playa y hay zonas realmente muy estrechas para
peatones y ciclistas, todo al borde del lago y sin una protección para evitar
una caída al lago... un poco de caos en algo que hasta ahora venía siendo muy
ordenado y estructurado.
De regreso al camp, las chicas estaban dándose un baño en
la piscina, la cual cierra para comer a las 13.00 ¿?¿? ¿Perdón? Bueno chapuzón
rápido y a comer algo en uno de los restaurantes de la playa del lago. Después
de comer, modorra y sesión de quiero una bola de las de la máquina... ¡¡ayyyyy!!
esas maquinitas que están por todos lados... nos quedamos ahí horas porque aún
estábamos algo zoombies... hasta que decidimos volver a ponernos los trajes de
baño y alquilar un patín (bote con pedales) para darnos un chapuzón en el lago.
Ahhhhh el agua estaba buenísima y las chiquis se lo pasaron muy bien pedaleando
en el patín, dirigiéndolo y tirándose al agua con uno de esos ¿salvavidas? Más
bien: “quita vidas” de plástico duro que apenas flotan. Estaban realmente
emocionadas con todo, me quedé un rato viéndolas jugar con Tami en el agua
mientras yo me quedaba en el patín. ¡¡¡Como van creciendo mis pequeñitas!!!
Sobre las 19.30 decidimos retirarnos a la ceremonia de
baños, cena, dientes y a dormir. Después Tami y yo nos quedamos echando la
plática en la terracita acompañados de un vino de la zona... y un bicho verde
que nos escuchaba atentamente.
¡Mañana más!
Besos y abrazos, Laia, Mei, Tami&Dani
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