Hoy despertamos con un día soleado y caluroso, es impresionante como cambia el tiempo en esta zona. Desayunamos en el albergue, montamos los cacharros y nos pusimos en marcha. Entramos en Mainz, vimos el centro, la catedral y el mercado que había hoy. Para variar nos costó cruzar la ciudad y empezamos a notar el cansancio de este viaje.
Aquí unas fotos de Mainz que la verdad fuimos a conocer "pa no dejar y pa que no nos la platiquen" pero la neta es que ya nos estamos cansando de ver y ver ciudades y pueblitos... Hay que decirlo, valió la pena!
Por cierto pa!!! Aunque siempre me acuerdo de ustedes hoy mientras atravesábamos el mercado de Mainz con nuestros mini vagones de tren entre la multitud de gente, me acorde muchisisimo de ti, resulta que de repente se atravesó un señor con sus shorts y sus calcetines bien estiraditos, acto seguido escuche una flauta a lo lejos tocando la de "No es más que un hasta lueeeeeeego, no es más que un breve adiós...." Me encanto el momento pa! Te quiero mucho!!!
Ahora en esta foto el "ambiente playero" con todo y sesión de ejercicios matinales a la salida de Mainz
Reflexionamos durante unos kilómetros como nos encontrábamos y llegamos a la conclusión de que teníamos muchas ganas de este viaje, pero se nos había olvidado lo duro que es. Queremos abarcar mucho en poco, hay más pueblos y ciudades que ver en este viaje que en los anteriores, cruzarlas es más cansado que seguir un ritmo constante, las niñas van creciendo y también quieren su momento, en fin, son muchos detalles que nos dejaron claro que estamos cansados. Así que decidimos parar en Eltville, un púeblito al margen del Rhin, en una conocida zona de viñedos. Conseguimos alojarnos en una casa, dejamos los cacharros y volvimos al río a comer y tomar un vinillo. Y echar la tarde tranquilamente, sesión de helados y remojar pies en la Mini playa. Decidimos quedarnos mañana aquí de descanso.
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