jueves, 20 de julio de 2017

Etapa 1. La Rochelle-Chatelaillon plage: 20 kms

Nos levantamos con cierta calma y tranquilidad, disfrutando de la última noche de cama en unas semanas. Bajamos a desayunar algo rápido, recoger y dejar la habitación a las 11.00.
Yo me puse a montar todos los trastos en las bicis esta vez ya para hacer kilómetros con la carga bien montada y mientras Tami entretenía a las niñas en el parque de delante del hotel.

A las 12.00 ya estábamos listos y nos pusimos a dar una vuelta por La Rochelle. Es una ciudad bastante bonita, con edificios de piedra blanca y mármol, en el muelle hay un fuerte con 2 torres que vigilan la entrada y una tercera torre un poco más metida que en su época hacia de prisión.  Muchas calles son peatonales llenas de cafeterías, bares y restaurantes, mucho ambiente y gente paseando. En el muelle hay un mercadillo.

Es un poco caos, a pesar de tener un carril para las bicis por muchas de las calles, los peatones, coches e incluso bicis circulan por donde les da la gana, incluso el carril bici en determinados momentos va por el carril conotario o por calles con dirección prohibida, en fin, es una ciudad para bicis, esta claro...

Después de ver el casco nos pusimos ya a  usar la velodysse 1, la encontramos cerca del museo maritimo a la salida del pueblo y pegada a la costa. Un día soleado y de bastante calor. Fuimos bordeando la costa y pequeñas calas con playas. Poca vegetación,  es decir ninguna sombra.

Llegamos al primer pueblo, construido a pié de playa, con un paseo marítimo y muelle en el lado de la mini bahía que se formaba.


Pasamos de largo ya que quisimos aprovechar que Laia estaba dormidita y no se quejaba ya que se había despertado un poco peleona.

Estábamos muy cerca del camping, para variar solo había que encontrarlo... al final llegamos al filo de las 15.00 para ocupar la última plaza libre! Uffffffff menos mal, el siguiente esta a unos 20 kms... las bicis pesan y estos primeros kms pasan factura además de no haber comido aun, hambre, calor y cansancio.

Montamos la nueva tienda, más amplia y alta que la anterior, mismo sistema, medio dejamos las cosas puestas y directos altanterior la piscina a darnos un largo baño; Laia y Mei felices! Laia se pasa de piscina en piscina y se daba un pasito ella solita mirando a la gente. Mei se dedicaba a practicar su natación conmigo o con Tami.

A las 18.30 habría el restaurante, ahí estábamos los primeros! A Laia se le había pasado el hambre y estaba un poco enfadada, no quiso cenar para disgusto nuestro, Mei se comió su pizza y nosotros un Cus-Cus muy rico además de la pizza que no quiso Laia.

Mientras comíamos Laia descubrió la sección de  cuentos y juegos, con eso se tranquilizó un poco y después Mei se fue a montar con Tami un puzzle para hacer la digestión.

Volvimos a la tienda para poner todo en su sitio y meternos a dormir pronto, pero bueno aqui a las 22.15 aun era de día y había gente fuera por no contar con el tío del bingo cantando números y ganadores... es lo que tiene los campings...

Mañana más!

Besos y abrazos, Laia, Mei, Tami & Dani

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