Hoy pudimos arrancar temprano apesar de la interesante charla que tuvimos con Erik, arreglamos el mundo, la economía y el desempleo en un momentin!
Desayuno de campeones: mango, pera y cerezas, avena, bollos con nutela y te.
La etapa de hoy no tenía mucha gracia, el río a la derecha y campos de maíz a la izquierda, en un momento apareció en la ladera del monte un castillo blanco con techos de teja, lo único relevante del paisaje.
Hicimos 44 kms sin parar, a buen ritmo, unos 20kms/h, pero hacia un calor brutal, no paraba de sudar y el agua del ánfora parecía te. Así qué cuando paramos a beber y comer algo ya era de demasiado tarde, casi seguro que me deshidrate, los últimos 16kms se me hicieron pesadísimos, con un poco de viento en contra y con el chariot, parecia que alguien tiraba de mi en direccion contraria.
Durante la parada Mei disfruto del columpio del bar, esta chamaca va descubriendo cosas nuevas cada día y ahora cada vez que ve uno señala y no para de de ir: ete, ete, ete...
Llegamos al camping y directo a la ducha, había que bajar la temperatura y rebidratarme rápidamente, afortunadamente Tami y Mei estaban perfectas y se fueron a los juegos, yo me eche una siestecita que me sentó de maravilla! Eso si, se aprovecharon los mosquitos...
Más o menos recuperado, salimos a dar una vuelta al pueblito y la verdad que tenía un encanto especial, calle principal empedrada, semipeatonal, torre con reloj en el centro, macetas cln flores... se veía un pueblos con nivel, además de estar todo perfecto, había unos cochazos circulando y gente muy nice.
Cenamos en un italiano, compramos pañales para Mei y por fin encontramos una pelota inflable!!!! A Mei le encanta, ya tiene juguete del viaje.
Mañana más!
Mei, Tami & Dani
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