domingo, 18 de agosto de 2013

Dia 16-18: Pedaleando por Viena: 87kms, Acum: 663km

Antes de salir de Melk fuimos a visitar el monasterio que corona este pueblo, por los colores, me recuerda al de San Cristóbal de las casas, aunque no tenga que ver. 


Último paseo por el pueblo y para el tren. Otra vez esos maravillosos escalones para subir al vagón!!! Esta vez nos fue peor, pues creíamos que las bicis iban en la parte final de cada vagón y efectivamente ahí van, pero sólo 1 y sin equipaje, por lo que tuvimos que dejar una en cada vagón y luego el chariot con nosotros, menos mal que no había que cambiar de tren porque en 15 segundos eso no se puede hacer.
Cuando llegamos a Viena nos damos cuenta que en este caso, es el primer vagón el que esta habilitado para bicicletas!!!! Daaaaaaaaaaaaa.

Llegamos a Viena con la duda de que tanto podríamos circular en bici y nos dimos la gran satisfacción de que esta súper preparada y de que tiene carriles, semáforos y señalización específica para bicis por todos lados, hasta tienen un mapa de todas las rutas de bici que existen por la ciudad, como un mapa de las rutas del autobús. Perfecto!!!

Con esa duda despejada, nos pusimos a la tarea de llegar al hotel y es que el de información de la estación no fue muy amable y además de ladrarme, me mando en dirección contraria, maldito!!!

Llegamos al hotel y el recepcionista me dice que las bicis deben de ir en la calle o en el garaje, en 1 plaza cada una y con un precio de 8 euros por bici y noche, es decir 48 euros!!! Nel, las dejamos fuera y por la noche nos las subimos a la habitación, dormimos los 3 con las 2 bicis y el carrito.

Salimos a pasear por Viena, que ciudad más espectacular, además de los grandes edificios, tiene rincones y pequeños detalles por cualquier calle, es complicado conocerla entera, podríamos tardar meses...




Fuimos la centro, la catedral, parque Stadtpark, zona de museos, karl platz, canal del Danubio, el Danubio, zona empresarial de edificios modernos, mercado,... Y después nos dedicamos a conocer la obra del pintor Hundertwasser, muy loco!!! Pero con un rollo ecológico y de cuidado por la naturaleza muy interesante.



Ey Dani!! Acuérdate de decir de nuestro meeega desayuno! Oh bueno, mejor yo lo platico porque el tema de la comida es lo mío, jejje

Fuimos al mismísimo café Mozart en la Albertinaplatz con unas sombrillas invertidas que siguen el criterio de los paraguas invertidos de las gasolineras Pemex, nos decidimos por el desayuno Three Man, no entendíamos porque antes de traernoslo la señorita nos dijo que nos iba a juntar otra mesa... Hasta qué empezaron con el desfiladero de platos! Fruta, yogurt con una especie de mermelada sin azúcar, canastas de panes en las que no podían faltar sus famosísimos croissants (que cuando llego la cuenta vimos que te lo cobran por pieza como en México, o sea, muy listos te llevan la canasta y te los antojan y tu crees q ya están incluidos, te los comes y luego €€€, €€€), bueno seguimos con el desfile quesos, jamones, bizcochitos, un te pa Dani, agua pa Mei y un choco pa mi, jugo de naranja natural... Puf! Salimos rodando!! (Bueno de porsi ya lo hacíamos al movernos en bici, pero aquí rodábamos sobre la bici:)

Lo platicabamos Dani y yo, que disfrutable es recorrer una ciudad en bici cuando la ciudad se presta para eso, ves mucho más rincones que a pie, logras captar el ambiente (a diferencia de ir en coche), te da muchísima libertad... Y al final se recorre bastante (33km por día, de los q estuvimos todo el día).





El segundo día completo que estuvimos lo tomamos con un poco más de calma, fuimos a la zona de los museos, con el Museum Quartier que tienen unos muebles-banca muy versátiles, un poco más de paseo por la ciudad, al gasometro que tengo de tarea investigar bien que fue y que ahora es un conjunto donde se reutilizan unos viejos cilindros de ladrillo para tener comercio-vivienda-oficinas, otro poco más de paseo..:

Parada para una tarta Sacher, que por cierto! No lleva mermelada de fresa!!!! Y un Eiscafe (café con helado de Vainilla), y a nuestro hotel.

Hoy último día fuimos a ver el castillo Schönbrunn, y sus jardines, de ahí a la estación pa enterarnos que el tren que pensábamos tomar no aceptaba bicis... Uts otra vez atravesar  Viena, para ir a la otra estación que ahora la llaman la sur-estación central y que no llega ni a nueva porque sigue en obra, toda moderna con cubiertas metálicas de formas un tanto caprichosas para los andenes...


Ya nos vamos a Budapest, escala Bratislava...

Uy! Estación de Bratislava, 20 minutos para bajar del tren, comprar boletos, atravesar al anden correcto subiendo y bajando escaleras (puf se les olvido el elevador) y subir a nuestro tren que nos llevara a Budapest con un escaloooooon que ay mamachita! Ese mi Dani eres mi héroe! Llevando bicis con alforjas (qu pesan uuun chi...orro) de aquí pa allá, subiendo y bajando, moviéndolas entre la masa de gente, mama mía!! Puf, bueno, ya estamos en nuestro tren... Relax!!

Ahora a disfrutar de Budapest, allá vamos!!!!

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