Por la mañana, Sara había decidido tomar una clase de Surf, así que María y yo nos sacrificamos y madrugamos para verla y... ¡desayunar por la playa! Jajajaj, regresamos las tres, terminamos de levantar y ¡¡Vamonos!!!
Después del camping por la mañana rumbo a Lagos, era la única ciudad que íbamos a ver en este viaje y había cierta distancia, así que carretera estrecha para evitar los peajes y paciencia. El plan era dormir en el camping de la ciudad que recordábamos que estaba muy cerca del centro histórico y de la playa, así podríamos deambular tranquilamente por el pueblo el tiempo que quisiéramos.
Y así fue, llegamos al camping, muy cutre comparado con los previos, pero barato y muy práctico, dejamos las Autocaravanas y nos fuimos al centro a comer ¡A un rico italiano! y dar un paseo.
Al día siguiente yo tenía una entrevista de trabajo, y resulta que la única camisa que llevaban para este viaje era una Hawaiana… Al principio pensé hacerla con esa, pero luego me rajé y pensé que no era muy sensato, así que nos lanzamos a comprar una camisa en Lagos. El tiempo se nos echó encima así que solo encontré una de lino azul, era bonita, pero nada especial. Vagabundeamos un poco más por Lagos, que mola, es chula, compramos los típicos collares y Laia se hizo su coleta veraniega.
Después fuimos a dar un paseo por el malecón y ver las playas. De camino vimos una expedición en kayak por las cuevas de la costa, podría ser un buen plan para hacer al día siguiente así que una vez en el camping hicimos consejo de grupo y decidimos que Tami y Sara irían temprano al día siguiente para ver que tal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.