La verdad es que nos fue muy bien en este viaje, aunque íbamos con nuestras reservas al ser Laia tan chiquita (5 meses y medio) y Mei con sus molestias en el oído unos dias antes de emprender la aventura, todo salió de lujo. Hasta los momentos de estrés con el tren o los truenos por la noche y los cuatro en nuestra frágil tiendita, de los cuales afortunadamente todos tuvieron final feliz, viéndolos a la distancia nos dejan un buen recuerdo.
Ayer ya estando en Madrid lo platicábamos, quedamos muy contentos aunque con sentimientos encontrados. Tuvimos momentos difíciles, sobretodo porque Dani y yo estamos muy acostumbrados a ser un equipo, desde nuestras competencias juntos y viajes anteriores. Pero ahora la cosa ha cambiado mucho, Mei ya es todo un personaje con voz y voto, razona ya mucho pero a la vez es una niña de tres años con una nueva hermana. Laia una bebe tranquila pero inquieta ya empieza a querer explorarlo todo.
Los quehaceres y la forma de organizarnos a la que estábamos acostumbrados tienen que pulirse para adaptarse a los ritmos de unas niñas de estas edades, y es que hiciéramos lo que hiciéramos siempre llegábamos a los lugares con la cocina o a punto de cerrar o ya cerrada para la hora de la comida (en Francia la cocina se cierra a las 14:00) y parar a media ruta se vuelve complicado. Una vez que salen del chariot, es difícil que vuelvan a entrar para otra tirada larga...
En general los dias de camping mientras Dani se encargaba de levantar todo y hacer la avenita, yo me encargaba de las niñas e ir por el pan... eso nos llevaba unas 3 horas. Luego pedalear, a veces parando más a veces menos. -Eso si, debemos decir que Mei nos sorprendió mucho para bien, en el chariot prácticamente no se quejo, salvo algún día que se alargaba la ruta por no encontrar el camping. Y es que casi siempre cuando entras a las ciudades las señales se pierden y el camino para la bici deja de ser claro. Laia a medida que pasaban los días se iba quejando más y ya el último nos dejó bien clarito que porfavor, necesitaba un descanso-. Luego era llegar al camping montar tienda desarmar vehículos... y eso eran unas dos horas, así que entre montar, desmontar, pedalear nos quedaba poco tiempo de relax. Encima que las horas de comida eran diferentes a nuestra rutina así como los horarios en que algunas recepciones estaban abiertas (así es! los recepcionistas de los hoteles también se van a comer y se echan su siestecita).
La naturaleza de esta zona de Francia nos gustó muchisisimo, como no se cansaba Dani de repetir, era alucinante la mezcla playa-pinares. Lo que no nos gustó mucho fue lo masificado que estaba todo, tráfico a todas horas en cuanto te acercabas a zonas donde había playas, encontrabas trafico muy pesado y playas repletas, sobretodo en cuanto empezó agosto.
-La distancia ideal por día es de 30km o algo menos de 2 horas. Eso si el recorrido es más o menos plano y se puede mantener una velocidad promedio de 18-20km/hr.
-Lo de hacer los recorridos en dos tramos con un descanso en medio es mejor no hacerlo, ya que volver a arrancar cuesta bastante. A menos que se tenga alojamiento seguro a donde llegar y puedas hacer una parada larga para llegar tarde a destino final.
-Las estancias en los hoteles y sobretodo en los campings deben ser mínimo de 2 días y en los días de descanso nada de bicicleta.
-Los trenes hay que tomarlos en la estación de inicio de recorrido del tren y siempre buscar el vagón de carga, que suele estar en la cabecera o en el último vagón. Evitar los trasbordos de trenes.
-En agosto esta todo a tope, si la ruta esta muy clara mejor llevar reservas de alojamiento, o mejor huir del calor madrileño en Julio y encontrar menos gente en los lugares.
-Los niños tienen que hacer sus 5 comidas reglamentarias, desayunar muy fuerte para aguantar hasta la cena, no funciona. Continuar los horarios de los niños independiente de los nuestros.