lunes, 27 de julio de 2015

Día 1: Biarritz


Después de tanto planificar y salir para ver como Laia se acostumbraba al chariot, llego el día de empezar las vacaciones de verano 2015!!

Intentamos salir temprano de Madrid, es decir un poquito antes de las 12.00, rumbo a Biarritz, unas 5 horas con una parada rápida en boxes.  Nada, error de base hicimos 5 paradas, tengo pis,  tengo kk, tengo hambre se oía desde una vocecita detrás mio... Mei no quería dormirse y se aburría en su sillita. Laia sin embargo iba tranquila, solo pidió comer 1 vez. 


Así que llegamos sobre las 18.30 al hotel, bajar alforjas y rápido a meter los pies en el agua para probar temperatura.

Mei nos venia contando que ya no le tenía miedo a las olas y que se iba a bañar en la playa... total que bajamos a la playa, nos hicimos la foto de rigor y directos a la orilla! 



El agua estaba agradable así que nos confiamos y metimos un poco más. De repente vino una olita y Mei se asustó un poquito y mojo más de lo previsto, así que se asustó y al querer correr hacia la orilla, la resaca pudo más y la tiro, con lo que se mojo los pantalones, la sudadera y su nuevó amigo Matis! No le hizo mucha gracia...

Menos gracia me hizo ami al cabo de un rato cuando me di cuenta que en algún momento al sacar el teléfono se me había caído el billete de 100€ que llevaba... arrrrggg, empezamos mal... lo buscamos un rato, pero vamos, imposible,  solo espero que el afortunado o afortunada se haya tomado algo a nuestra salud!!!


Al día siguiente nos levantamos y desayunamos en el hotel, fuimos a la estación de tren a enterarnos de horarios, precios, restricciones con las bicis y donde dejar el coche. La buena noticia fue que había un parking libre muy cerca de la estación y que no había que pagar extra por llevar las bicis en el tren.

Regresamos al hotel y nos preparamos para ir a la playa de nuevo.

Biarritz es muy Bonito, aristocrático, con palacios y jardines a pie de playa, gente guapa por todos lados. La ciudad nos recordó mucho a Santander y San Sebastián.
El centro y la calle que va a la playa es peatonal, muy turística con tiendas y restaurantes a ambos lados de la calle.


Llegamos a la cala y plantamos nuestro techo, para proteger a Laia del sol sobre todo. La cala era pequeña y estaba llena de gente. Acto seguido al agua Mei y yo, tenia curiosidad por saber si realmente  ya no le tenía miedo a las olas... a la primera se tiró a mis brazos y ya no me soltó!!!
Nos dimos el baño juntos, el agua estaba buenísima,  lo malo la salida con  las piedras. La arena es gorda de piedras, el único pero, bueno, eso y la cantidad de gente que había.

Recogimos cacharros y nos fuimos a comer, probamos los mejillones en salsa del lugar, muy ricos!!! Después nos fuimos a la otra playa a hacer la digestión  y relajarnos con  la olas. Esta playa era mucho más grande que la anterior pero estaba igual o más llena!!!


Antes de ir al hotel, Mei nos pidió ir a los caballitos, esta vez se monto en el delfín,  que subía y bajaba, no como o el de ayer. Al subir la cuesta hacia el hotel me pidió que la llevará a caballito por los árboles que la peinan, nuestros juegos...




Nuestro primer día, sol, playa, olas y juegos. Mañana más!

Besos y abrazos

Laia, Mei, Tami & Dani










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