jueves, 2 de agosto de 2018

Frederikshavn - Oslo. Ferry 2

Frederikshavn no ofrecía mucho que ver, una calle peatonal, una playa con palmeras y un polvorín. Era una parada obligatoria por que los ferry no cuadraban, así que aprovechamos para intentar descansar, peto una vez más, las gaviotas me despertaron y no dormí mucho... había un borracho durmiendo en la calle, a unos 50 metros que ronca cómo un oso y parecía que estaba en la misma habitacion que nosotros.
Nos levantamos temprano, quizás demasiado temprano, pero entre que había que estar en el ferry a las 8.15 y que los despertares no son rápidos, preferimos ir a la segura y a las 7.00 ya estábamos buscando donde desayunar, estaba todo cerrado!
Al final de la calle peatonal estaba el albergue y allí daban desayunos dese las 6.00 así que allí fuimos a cargar energías y prepararnos para el ferry. Esta vez hicimos más cola y en lugar de poner las bicis dentro del ferry las primeras en salir, nos tocó los últimos en salir, pero no importaba porque teníamos camarote y yo pensaba en dormir un poco...

Así que subimos, echamos un vistazo a las diferentes cubiertas del barco y a las 9.45 bajamos al camarote que tenia 3 camas, tele y baño con ducha, perfecto, las niñas se treparon en la litera a ver dibujos y yo a dormir en la de abajo, haciéndole un huevo a Tami quien se quedo un rato con las niñas pero luego también se echó un sueñito conmigo ;-)

 A las 16.00 había que dejar el camarote, creo que dormí unas 3 horas que me sentaron fenomenal, las niñas se hartaron de ver tele y Tami también descanso, perfecto! Listos para subir a cubierta para hacernos tropecientas fotos con los fiordos de fondo.
Al final del laberinto se encontraba la ciudad en una especie de bahía rodeada por cerros, pequeñas islas y marinas. La ciudad estaba esparcida por la costa y se veían montones de pequeños pueblos o barrios de la periferia, con casas rojas principalmente.

La ciudad tenia movimiento, había mucha gente tranquilamente tomándose una cerveza con los amigos, todo en plan relax, con música de fondo.
Fuimos directos a la oficina de turismo para que nos hiciera un resumen de los puntos clave que ver en 3 días, los horarios de los restaurantes, como ir al aeropuerto, una tienda de bicis cercana a nuestro hostal y como llegar.

Lleamos al hostal, subimos a echar un vistazo e istalarnos, una habitación doble, amplia con mini cocina y baño y ducha privada, por fin! Ya tocaba! 

Después bajamos a cenar cerca y de camino encontramos una tienda de bicis con muchas cajas vacías en la puerta, justo lo que buscábamos,  así que entramos y hablamo con la dependienta quien encantada nos dijo que todas las cajas que quisiéramos, así que fuimos a cenar y de vuelta nos trajimos 2 cajas y empezó el quebradero de cabeza... por que, y ahora con lo que ocupan y pesan, como las llevamos al aeropuerto??? Con lo caros que son los taxis en este país. ...
En fin, estamos en Oslo, final de trayecto, a disfrutar de esta ciudad que tiene muy buena pinta.

Besos, Laia, Mei, Tami&Dani 

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